Vacío
Buscando en el infinito la sonrisa perdida
el amor que brotó algún día, la ternura
de las miradas, la amistad, los planes
y los pactos. El soporte a nuestras
debilidades, la comprensión, la alegría.
Hoy sólo tenemos un hueco sin resonancia.
Un corazón sin eyección, ojos en blanco,
labios cerrados por trismos sin causa
o razón, solamente mantenidos
epinefrina y estrés, nos encontramos
pues entre los males del desencanto.
Llenos de egoísmo pero vacíos de energía
sin dirección ni rumbo definido.
Pensativos sin reflexiones lógicas o claras,
Sin emociones profundas, con dolor inmenso.
A la buena del destino, a un sino
inexplicable, con el corazón dolido,
los músculos molidos, molares constreñidos,
los huesos secos sin médula ni sinovia.
Con los dedos torcidos temblando
por el esfuerzo extremo, confundidos,
inconformes, desconsolados; entre abismos
insondeables y paredes que separan.
Destruidos por palabras nunca dichas
o por fonemas de amargura... sin esperanza.
Sin
luz que ilumine el camino tan torcido.
Abandonados, desahuciados con la garganta espástica;
sin lágrimas que le sirvan de bálsamo;
ni recuerdos nuevos que renoven
la confianza. Sin perdón, solos...sólo
dependiendo del destino cruel que nos espera.
Sin nuestras mentes que se toquen
y comuniquen lo que nuestras bocas degluten,
sin abrazos que trasmitan
el amor aplastado por egoísmos
y orgullos, sin nuestra esperanza
que nos mantuvo juntos a pesar de todo
y contra todo... solos... vacíos.